El Día de Muertos es una de las tradiciones prehispánicas y de profundo cariño y respeto en México. Es una de las temporadas favoritas de todos nosotros, ya que es la oportunidad para recordar a nuestros difuntos y hacerles ofrendas.
Pero sin duda, gran parte de las ofrendas conlleva la realización de deliciosos platillos, ya que la creencia es que los espíritus vienen a visitarnos en esa fecha y prueban todo lo que se les deja. ¿Cuales son los que no deben de faltar? Aquí te los mencionamos:
Primero que nada, el pan de muerto es el fundamental en esta temporada ya que guarda un gran significado, en su corteza se representan un par de huesos y el ajonjolí son las lagrimas de almas que no pueden descansar en paz.
Ni que decir de las calaveras de azúcar que se incluyen como alimento en los altares. Ya sean de chocolate o azúcar.
Mole, arroz y frijoles: éstos se acostumbran más que nada en regiones como Michoacán y Puebla.
Un vaso de agua es indispensable. Permite a los espíritus calmar su sed para así poder continuar su camino.
Y por supuesto una copita del alcohol que era el favorito del difunto. Nada lo haría más feliz.
