Las mordeduras de perro causan decenas de millones de lesiones al año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los niños son las principales víctimas de este tipo de mordeduras, sobre todo durante la primera infancia y la niñez. A esas edades, el riesgo de sufrir una lesión en la cabeza o en el cuello es mayor que en los adultos.
1. Presiona la herida con cuidado: De manera que el sangrado drene las más bacterias posibles.
2. Lávate la herida: con agua y jabón.
3. Detén el sangrado: utiliza un paño completamente limpio.
4. Aplica un antibiótico tópico: en caso de que la poseas, unta pomada antibiótica en el lugar de la herida.
5. Venda la herida: utiliza un vendaje nuevo para cubrir la herida y solo retírala hasta que el médico te atienda.
6. Cambia el vendaje varias veces al día: una vez que recibas atención médica, cambia la venda periódicamente.
7. Estate atento a cualquier signo de infección: enrojecimiento, aumento de dolor, hinchazón o fiebre.