Según la historia, los celtas, impulsores de esta celebración, usaban máscara para huir de los fantasmas. Seguían esta tradición, motivados por el miedo a los espíritus y a la oscuridad.
La costumbre de disfrazarse para Halloween tiene raíces celtas, más bien anglosajonas. Las noches de invierno de hace cientos de años representaban una amenaza a la gente. Su oscuridad le provocaba mucho miedo porque creían que en la noche de Todos los Santos, los muertos cobraban vida y se convertían en fantasmas, en momias, en brujas, etc. La gente también pensaba que se los encontraría por las calles si salían de sus casas.
Así que si este Halloween aún no tienes tu disfraz, aquí algunas ideas que te harán ser el rey o reina de la fiesta:
Las niñas del pastel
SELENA
La Casa de Papel
Joker
Trump