Sí sacaste tu INE cuando aún era IFE, lo más seguro es que haya días en los que te das chance de tomar una siesta rápida para “reponerte” de tu día tan agotador ¿O me equivoco? Y no es malo tomar una siesta, lo malo está en que la mayoría de veces nos despertamos aún más cansados, sin idea de qué día y hora es.
Está científicamente comprobado que tomar una siesta a mitad de tu día tiene increíbles beneficios. Sin embargo, esto sólo se logra si sabes hacer buenas siestas, y es que cuando duermes demasiado tiempo o demasiado tarde, pueden causar problemas. Un gran culpable es la inercia del sueño, que es cuando el cerebro quiere seguir durmiendo y completar un ciclo completo de sueño.
Ahora, si quieres aprender a usar las siestas como una herramienta contra el cansancio y para renovarte, sólo necesitas aprender a hacerlo correctamente. Aquí te paso algunos tips para tener siestas realmente reponedoras ¡Toma nota!
¿REALMENTE NECESITAS UNA SIESTA?
Si te acuestas para la siesta y no puedes quedarte dormido, tal vez no la necesitas en primer lugar. Si no estás privado de sueño, entonces no necesitarías una siesta. Y si no puedes quedarte dormido en veinte minutos, definitivamente no la necesitabas. Las siestas no son para todos y no diario se dan.
SÓLO DUERME DE 20 A 30 MINUTOS
La idea sobre la «power nap» es mantener el tiempo de sueño en unos 20 a 30 minutos. Un período de sueño más corto hace que sea menos probable que entremos en un sueño profundo durante la siesta. Una vez que llegues a esa fase de sueño profundo, será más difícil despertar.
NO ESPERES QUE REPONGA EL SUEÑO NOCTURNO
Una siesta a la mitad del día no compensará nada si sólo dormiste cuatro horas la noche anterior. En todo caso, será más difícil quedarse dormido cuando llegue la hora de ir a la cama, lo cual mantendrá tu ciclo de privación de sueño incluso todavía más tiempo.
TOMA TU SIESTA POR LA TARDE
El bajón de media tarde que sentimos todos es totalmente normal, y también es el momento óptimo para una siesta, al contrario de las siestas nocturnas que pueden sabotear nuestro programa de sueño. Todos entramos en un período de inactividad natural después de comer, y es cuando deberíamos tomar una siesta.
Las siestas no son sólo para los bebés y niños. De hecho, tomando en cuenta sus ventajas, muchas empresas han creado espacios en sus instalaciones para que sus empleados tomen una siesta después de comer. Intenta tomar una siestas y cuéntanos cómo te va.
