Resulta que una investigación realizada en 2012 por la Universidad de California y publicada por American Medical Association evaluó el efecto de las relaciones interpersonales en las personas mayores. La investigación se tituló “Soledad en las personas mayores: un predictor de la decadencia funcional y la muerte”. Para los investigadores, la soledad fue un predictivo del deterioro funcional y la posterior muerte.
Los datos hablan por sí solos: mientras que un 23% de los encuestados que decían ser solitarios, murieron dentro de los primeros 6 años del estudio, un 14% que reportó estar siempre en compañía vivieron más tiempo. El estudio contó con 1604 participantes entre 2002 y 2008. La edad promedio era 71 años. 59% eran mujeres.
Se preguntó a los participantes si: se sienten excluidos, se sienten aislados o carecen de compañía. Según su respuesta, fueron categorizados como no solitarios si respondían casi nunca a las 3 preguntas y solitarios si respondieron parte del tiempo o a menudo a cualquiera de las 3 preguntas.
La soledad es una fuente común de angustia, sufrimiento y deterioro de la calidad de vida en las personas mayores. Ahora ya sabes que si quieres que tu madre viva por más tiempo, tienes que pasar más tiempo con ella. Y lo mismo para el resto de los adultos mayores de tu familia.