Dormir una siesta contribuye a mejorar nuestro estado físico y mental en las horas posteriores, y estos beneficios se multiplican cuando convertimos la siesta en una rutina diaria. Pero para disfrutar de todas las ventajas que ofrece echarse una “pestañita”, es necesario tener en cuenta algunos consejos, y sobre todo saber los pros y los contras, para tener un descanso perfecto.
No está de más decir que cuando se duerme bien, se libera, sin embargo, la hormona del crecimiento, antídoto del cortisol, que estimula el sistema inmunológico, reduce el estrés y la ansiedad, ayuda a reparar los músculos y a perder peso.
Así que, aquí van los pros:
- Relajación
- Menor fatiga
- Mayor estado de alerta
- Mejor estado de ánimo
- Mejor desempeño, con un tiempo de reacción más rápido y una memoria más aguda
Ahora bien, si no se hace de forma adecuada, estos con los contras:
- Inercia del sueño. Es posible que te sientas aturdido y desorientado después de despertarte de una siesta.
- Problemas de sueño durante la noche. En la mayoría de los casos, las siestas cortas generalmente no afectan la calidad del sueño durante la noche. Pero si ya tienes insomnio o mala calidad del sueño a la noche, dormir la siesta podría empeorar estos problemas.
Y por último, estos son algunos Consejos para disfrutar de una siesta reparadora:
¿Dónde? Es básico encontrar un lugar cómodo, y es mejor dormir la siesta en un sillón que en la cama.
¿Cuándo? Lo más adecuado es descansar después de comer, entre las 13 y las 17 horas, es el horario ideal. Además, los ritmos circadianos sufren una caída precisamente entre las tres y las cinco de la tarde.
¿Cuánto? En condiciones normales no debe durar más de 30 minutos. Si se necesita dormir mucho más y su sueño nocturno es normal, eso podría revelar la existencia de algún trastorno del sueño.
