Ante la crisis por la pandemia sin duda la pregunta para muchos emprendedores es ¿cómo reinventarse para que afecte lo menos posible? pues un zapatero tuvo una muy buena idea para sobrevivir en medio de la pandemia del coronavirus.
Todo empezó como una broma y hoy se ha convertido en todo un negocio, se trata de los zapatos conocidos como “anti-coronavirus” los cuales permiten guardar la distancia social.
La idea surgió de un profesional rumano, de la población de Cluj, en Transilvania. Su nombre es Grigore Lup, tiene 55 años, y trabaja especialmente para teatros, óperas y agrupaciones de danza. En marzo, se vio forzado a cerrar su negocio y despedir a sus diez trabajadores por culpa de la pandemia del Covid-19 que paró los espectáculos.
A sus 55 años, Grigori Lup tuvo que enviar despedir temporalmente a sus diez trabajadores después de que ya no había encargos. Y así empezó a hacer estos zapatos gigantes que garantizan a quien los lleva, que nadie se acerque más de lo necesario. Estos zapatos están hechos a mano y son de piel natural.
Los zapatos son de un número normal en la parte posterior en la que debe de meter el pie el cliente. Lo excepcional viene cuando terminan los dedos, donde empieza una punta rellena de un material ligero, como la suela, que equivaldría a un número 75 de pie.
¿Los comprarías?