La figura de Michael Jordan es una de las más importantes del deporte. El que fuera la máxima estrella de los Chicago Bulls en los 90 ha pasado a la historia del baloncesto como uno de los mejores de todos los tiempos, pero esa etiqueta se puede extender al deporte en general, donde es un emblema respetado por todos.
‘The Last Dance’ es el documental transmitido por ESPN y ahora en Netflix, que te hace mirar hacia atrás para recordar el legado que ha dejado en el deporte y en el baloncesto para las siguientes generaciones.
Jordan fue el primer atleta global, el deportista más reconocido del planeta y un competidor insaciable, el cual nos ha dejado varias lecciones de superación a lo largo de esta serie/documental que aun no termina. Aquí algunas:
- Ambición, pero con sentido. “Desde el primer entrenamiento [con los Bulls], mi objetivo era perseguir a quien fuese el líder del equipo por aquel entonces. Pero no pensaba hacerlo con mi voz, porque no tenía voz. No tenía estatus. Tenía que hacerlo con mi forma de jugar”.
- Respeto por el trabajo bien hecho. Michael Jordan da una rueda de prensa tras haber ganado el quinto campeonato de la NBA con los Bulls dijo “Si lo observas desde un punto de vista de negocio, tienes que tener al menos respeto por las personas que han sentado las bases para que puedas ser una organización rentable”.
- Para opinar hay que sudar la camiseta. “Nunca le permitiría a alguien que no se ha puesto el uniforme y jugado un día tras otro dictar qué debemos hacer sobre la pista de baloncesto. Así que mi mentalidad apostaba por dejar las polémicas de negocios al margen y centrarnos en el oficio: ‘Démosles una razón para cambiar de opinión”.
- Modestia y mentalidad de grupo. Tras ganar el campeonato de baloncesto de universidades con North Carolina él dice: “Me sentí realmente bien por haber hecho algo que ayudase a todo el equipo a quizá ganar el partido”.
- Juego limpio (también fuera de la cancha). En el documental se narra cómo el consumo de drogas era algo habitual en los Bulls. ‘Mira, me voy de aquí. Porque lo único en lo que puedo pensar es que, si hay una redada aquí ahora mismo, yo soy tan culpable como el resto del mundo que se encuentra en la habitación’. Y, a partir de ese momento, fui un poco por libre”.
- No se puede vivir solo de la reputación, por muy buena que sea. “No importaba nada de lo que la gente hubiese estado diciendo sobre mí, aún tenía que ganarme los balones”.
- Ten lealtad. Ante la tentación de apartar al entrenador Phil Jackson del equipo, Jordan dijo: “Aunque sea triste, tengo opciones. No elegiré jugar para otro entrenador”.