Estamos a nada de terminar el segundo mes del 2020; ya estamos yendo al gym constantemente, nuestra alimentación ya mejoró, tomamos agüita, pero muy seguramente ya te empezaron a llamar la atención ciertos suplementos alimenticios para fortalecer todo lo anterior,y por eso hoy te quiero platicar sobre la MORINGA.
Hace un par de días, scrolleando en Facebook, me topé con este nombre y la verdad me dio mucha curiosidad ya que se parece al matcha. Sin embargo, en mi investigación descubrí que nada qué ver.
La moringa oleifera conocida simplemente como moringa es una especie de árbol originario del norte de India (aunque también se da en Asia, África y América del Sur). Su presentación en polvo se ha convertido en uno de los suplementos alimenticios naturales del momento ya que aseguran que repara muchos males comunes. Sin embargo, ésta se ha utilizado en la fitomedicina y curación ayurvédica desde hace miles de años. No es el milagro del 2020, que no te mientan.
De acuerdo a investigaciones científicas recientes, esta planta puede ayudar realmente a mejorar tu salud. La moringa es un superfood que puede reducir la inflamación, estabilizar el azúcar en la sangre y mejorar la salud del corazón. Así que, si eres de los que se rehúsan a medicarse tradicionalmente, este remedio natural de sabor terroso y color verde claro puede ser tu mejor alternativa.
Las hojas de moringa contienen muchos nutrientes importantes, como proteínas, vitamina B6, vitamina C, riboflavina, hierro y calcio, así como una alta concentración de antioxidantes. Eso significa que la moringa puede contribuir a todo, desde una mejor visión e inmunidad hasta la salud ósea y la luminosidad de la piel.
Además, es una súper fuente de proteína de origen vegetal, pues contiene todos los aminoácidos esenciales para la reparación muscular, la producción de energía y regulación del estado de ánimo. Si eres vegetariano o simplemente estás tratando de reducir tu consumo de carne, la moringa es un complemento excelente y rápido debido a que no lo tienes que cocinar, sólo espolvorear.
El polvo moringa también puede ayudar a mejor tu digestión. Contiene aproximadamente 30% de fibra que ayuda a tu digestión y reduce el riesgo de enfermedad. Funciona como un antibiótico y antibacteriano natural y puede ayudar a inhibir el crecimiento de varios patógenos que pueden causar malestar digestivo. Mientras que sus propiedades antiinflamatorias ayudan con los trastornos digestivos, como la colitis.
Su sabor a té hace que sea fácil de mezclar en jugos, smoothies, cereales, sopas y ensaladas, sin alterar drásticamente su sabor. También puedes disfrutarla en su presentación en té o píldora. En cualquiera de los casos, asegúrate de leer bien las etiquetas y cumple sólo con las dosis recomendadas que aparecen en el paquete, ya que puede tener un efecto laxante cuando se consume en grandes cantidades o provocar malestar estomacal.
PRECAUCIONES:
Es importante que sepas que las mujeres embarazadas o madres lactantes deben evitar el polvo de moringa por completo, debido a los químicos que posiblemente se encuentran en la raíz, la corteza o las flores de la planta que tienen algunos efectos estimulantes uterinos. Tampoco se ha demostrado que sea seguro para los niños, así que mejor mantenlo alejado de los más pequeños.
De igual forma, el polvo de moringa es riesgoso para cualquier persona que tome medicamentos para tratar la diabetes o la presión arterial alta o hipotiroidismo.
Como siempre, nuestra mejor recomendación es consultar a tu médico especialista antes de probar la moringa y cualquier otro suplemento. Aunque podría ser compatible contigo, la moringa NO es la única respuesta a los problemas de salud de cada caso particular.