Los perros, a diferencia de los seres humanos, apenas tienen glándulas sudoríparas. La mayoría del calor lo expulsan por la boca, y en menor porcentaje, transpiran por las almohadillas de las patas. El jadeo en ellos es normal, pero si respiran muy rápidamente y con la boca abierta puede ser una señal de alarma.
Haz todo lo que esté a tu alcance para que tu perro regrese a su temperatura habitual si sufre calor. Estas son algunas ideas para refrescar a tu compañero:
- Puedes llevar a tu perro a una zona fresca, en la sombra.
- Refresca a tu perro con agua en la cabeza y cuello o con un paño húmedo.
- Humedece su boca e invítalo a beber agua sin forzarlo.
- Puedes darle cubitos de hielo, mientras se refresca se puede divertir y jugar con ellos.
- Si ves que tu perro no reacciona a todas tus acciones, llévalo al veterinario con urgencia. Un golpe de calor puede resultar peligroso para la salud del animal.
- Puedes evitar salir en las horas más calurosas a hacer ejercicio o realizar alguna actividad intensa con el perro.
- Si tienes ventiladores o aire acondicionado tu perro te agradecerá que refresques un poco la casa.
- Procura que el perro tenga agua fresca en todo momento.
- Nunca dejes a tu perro encerrado en un vehículo. 10 minutos en el coche, en las temperaturas más altas, podrían ser muy peligrosos para la salud de tu animal de compañía.
- Si sales con tu perro puedes llevar un pulverizador de agua para refrescarlo en la calle.
- Si tienes en casa un espacio adecuado puedes crearle a tu perro una pequeña piscina de agua para que se refresque a su gusto.
RECOMENDACIONES DE Fundación Affinity