El mezcal es una bebida típica de México, que se obtiene de la destilación del maguey o agave, una planta suculenta con espinas y un crecimiento muy lento (unos 80 años) que muere cuando produce su fruto. Oaxaca es el estado rey del mezcal. Obviamente para acompañar un buen mezcal es necesario algún citrico y sal.
Pero hay varios tipos y formas. Primero hay que saber que dependiendo del tipo de mezcal, serán los ingredientes de las sales a elegir. Así que aquí te damos cada uno:
MEZCAL ESPADÍN JOVEN
Tiene un sabor más cítrico y frutal. Es ideal acompañarlo con sal de gusano y una rebanada de jitomate, para maridar.
MEZCAL ESPADÍN Y TOBALÁ JOVEN
El agave Tobalá presenta notas más minerales, herbáceas y especiadas, con toques dulces. Para maridarlo, se propone una rebanada de betabel cocido y sal de chapulín.
MEZCAL ESPADÍN REPOSADO
Tiene un añejamiento de tres meses en barricas de roble americano, lo que le da un sabor más acaramelado y dulce, con notas de caramelo y un toque muy sutil a madera. Se acompaña con sal de gusano y una rebanada de naranja.
¿Cómo tomarlo?
La forma ideal de degustar el mezcal con las sales es dar un trago primero a la bebida, y luego comer la fruta o verdura con un poco de sal. Esto despierta las papilas gustativas e incentiva la salivación. El siguiente trago de mezcal será sublime.