La contingencia puede resultar estresante para algunas personas, el temor y la ansiedad generan emociones fuertes tanto para niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, además de que cada uno reacciona de manera distinta ante cada situación.
El mantenerse en casa, aislarse de otros seres queridos, cambiar la rutina diaria, además de recibir continuamente información del estado de la epidemia, que muchas veces genera incertidumbre y preocupación, son factores que pueden traer consecuencias a la salud emocional.
Todo esto puede desencadenar en estrés agudo, que ocasiona inquietud, insomnio, irritabilidad, alteraciones en la concentración, deterioro en el desempeño, así como bajo estado de ánimo o preocupación constante, incluso sin darnos cuneta.
Es por eso que a través de la Línea COVID19: 44 21 01 52 05, un equipo de 120 psicólogas y psicólogos, con un amplio conocimiento en atención a distancia y experiencia clínica en primeros auxilios psicológicos, brinda acompañamiento y sostenimiento emocional a la población que así lo requiera, las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Adicional a esto, se recomienda mantener comunicación frecuente con los seres queridos, a fin de lidiar con el estrés que genera el distanciamiento social provocado por la enfermedad COVID-19.
“Los sistemas de comunicación virtual nos ayudan a mantenernos cerca de nuestros amigos y familiares; sugerimos organizar llamadas telefónicas, videollamadas o enviar mensajes de voz para platicar y compartir nuestras emociones”, indicó la titular del área de Promoción de la Salud, Sarina Orozco Monroy.
Aquí otros tips que te pueden ayudar:
Recuerda que el estado de ánimo positivo ayuda a proteger el sistema inmune, los pensamientos negativos lo deprimen y debilitan. Piensa que esto es pasajero y estaremos a salvo.
