Cuando se trata de resfriados, gripas e incluso virus, siempre recurrimos a una vieja confiable: la vitamina C. Ya sea porque te lo dijo tu abuelita o tu médico, pero lo que si hemos aprendido de varias maneras es que la vitamina C ayuda a mantener sanos los glóbulos blancos para que puedan matar virus, bacterias y células infectadas.
Probablemente, también has escuchado que la vitamina C es un antioxidante y un eliminador de radicales libres. Y es que se sabe que una función importante de la vitamina C es desactivar los ROS (radicales libres) que se escapan. De esta manera, la vitamina C protege los glóbulos blancos y evita que se dañen en el proceso de combatir los patógenos (o sea, que puedan seguir luchando).
Además, la vitamina C es necesaria para la producción de células T y células NK y para muchos otros aspectos de la función inmune. Es por eso, que una deficiencia de vitamina C perjudica la inmunidad. Pero esto no quiere decir que un exceso de vitamina C te vuelve invencible. El problema es su deficiencia. Las personas que consumen frutas y verduras regularmente (todos los días) es muy difícil que sufran de esa deficiencia. Pero una dieta pobre con pocos productos frescos es la principal causa de la falta de vitamina C.
Ahora, lo que probablemente quieras saber es si la vitamina C adicional, más allá de lo que obtienes de una dieta típica, es útil para respaldar una respuesta inmune saludable. Un estudio concluyó que consumir regularmente al menos 200 miligramos de vitamina C podría ayudar a mantener una respuesta inmune saludable tanto en adultos como en niños. Pero no más. No debes estar atascando a tu organismo de vitamina C, ya que la terminará evacuando tu cuerpo en cuanto vayas al baño. El cuerpo utilizará lo que necesite y lo demás lo desecha.
En general, es muy básico, tu sistema inmune se construye, y se debe venir construyendo desde mucho antes de que exista una pandemia para que verdaderamente estés listo para luchar contra el virus. Aún así, el riesgo de contraer el virus es el mismo. Los suplementos de vitamina C no tienen ningún efecto sobre el riesgo de contraer un resfriado, pero ayudan a reducir su gravedad y duración.
