Estamos en un momento de la vida en el que la mayoría de jóvenes adultos preferimos tener un perrito a un hijo. Sin embargo, también estamos en la situación de que las personas que tienen hijos no quieren tener mascotas. Ya sea por cuestión de espacio, tiempo o dinero, pero prefieren no hacerlo.
Si eres de esas personas, te platico que una nueva investigación sugiere que crecer con un perro puede reducir el riesgo de esquizofrenia hasta en un 24%.
Investigadores de Johns Hopkins Medicine evaluaron la relación entre tener una mascota gato o perro en los primeros 12 años de vida y desarrollar esquizofrenia o trastorno bipolar en la edad adulta.
Al estudiar a pacientes adultos en el Hospital Sheppard Pratt en Baltimore, los investigadores encontraron que tener un perro mascota en cualquier momento durante la infancia estaba relacionado con un riesgo reducido de esquizofrenia en un 24%. Además, los participantes que estuvieron expuestos por primera vez a un perro al nacer tenían un 55% menos de riesgo.
Sin embargo, tener un gato como mascota en cualquier momento durante la infancia no pareció afectar el riesgo de desarrollar esquizofrenia. Y tampoco se encontró un vínculo entre el trastorno bipolar y cualquiera de los animales.
Señalando que las bacterias intestinales de las personas con esquizofrenia son diferentes de las personas sanas, dijo, «Una posibilidad es que tener un perro en la casa causa un microbioma diferente y cambia la probabilidad de desarrollar un trastorno psiquiátrico».
El Instituto Nacional de Salud Mental define la esquizofrenia como una enfermedad mental crónica que afecta los sentimientos, pensamientos y comportamientos de una persona. Los síntomas incluyen alucinaciones, delirios, pensamiento desordenado, pérdida de placer en las actividades cotidianas y dificultades con la memoria.
En total, los investigadores compararon 396 pacientes con esquizofrenia y 381 con trastorno bipolar con un grupo de control de 594 personas sanas. Más de la mitad de los participantes informaron que tenían un perro mascota antes de cumplir 13 años, mientras que aproximadamente un tercio dijo que tenían un gato mascota durante ese mismo período de tiempo.
Tras dicha investigación, se definió que la exposición temprana a las mascotas podría tener el efecto opuesto de aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades mentales.
¿Qué te parece? Podemos o no creer en esto, pero la realidad es que un perrito o cualquier mascota siempre es buena compañía para quien sea.