Tenemos que aceptar que el ser humano tristemente está terminando con el Planeta Tierra. Consiente e inconscientemente hemos hecho acciones totalmente perjudiciales para la naturaleza, y es justo en este año que muchos de los desastres ocurridos son culpa 100% de nosotros y nuestra irresponsabilidad.
Se han anunciado incendios masivos, la extinción de muchas especies, pandemias y no es raro encontrar artículos e imágenes que alertan sobre el calentamiento global. Esta vez, nos encontramos con la desaparición de una laguna en México.
En algún momento considerada como la presa natural más grande del mundo, el embalse de la Laguna de Metztitlán se encuentra prácticamente vacía debido a las escasas lluvias y a que el flujo de agua que llega del río es superado por la infiltración y percolación, pese a que la aportación del cauce es de entre 200 y 300 litros por segundo.
“De continuar las altas temperaturas en los próximos días, será en un periodo de un mes o antes cuando termine la desecación de lo que fue la Laguna de Metztitlán en la comunidad de San Cristobal”
Así lo confirmó la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
Se estima que actualmente el cuerpo de agua está integrado por 9.2 millones de metros cúbicos y que la superficie inundada es no mayor a las 30 hectáreas.
Hace dos años, la laguna contaba con 581 hectáreas y 15,000 millones de metros cúbicos, pero las aportaciones de agua de lluvia y la proveniente de los ríos se ha visto disminuida de manera sumamente considerable en ese lapso y, según el Monitor de Sequia Multi-paramétrico de México (MOSEMM), los pronósticos de lluvia no son favorables para nuestro país los próximos meses.
La Laguna de Metztitlán fue considerado el cuerpo de agua más importante de toda la región, en la que la actividad económica de miles de familias depende de su supervivencia; de concretarse la desecación, las pérdidas por cultivos, pesca y actividades turísticas serán incalculables por la desaparición de sitios como la Lagunita del Tajo que se encontraba al final del tunel de desfogue y la extinción de diversas especies de flora y fauna que abundaban hace dos años.
Dependencias como las Secretarías del Medio Ambiente y Recursos Naturales, tanto federal como estatal, no muestran la menor preocupación al respecto.