Si bien la vitamina C no hace magia en enfermedades respiratorias, sí juega un papel importante en la salud y necesitamos ingerirla a diario. Lo mejor de todo es que está a nuestro alcance, es muy barato conseguirla y a través de diversos alimentos.
La vitamina C o ácido ascórbicos es una vitamina hidrosoluble imprescindible para el desarrollo y crecimiento. También ayuda a la reparación de tejidos de cualquier parte del cuerpo, formando colágeno (el tejido cicatricial) en el caso de las heridas o subsanando el deterioro en huesos o dientes.
A continuación repasamos algunos de los alimentos más ricos en vitamina C que podemos incorporar a nuestra dieta, con ideas de recetas para dar mucha más variedad y sabor a nuestros menús diarios.
Wok de verduras
Entre los alimentos ricos en vitamina C destacan el pimiento rojo, el verde y las zanahorias, disfruta de este plato de verduras.
Ingredientes:
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 2 zanahorias
- 1 berenjena
- 1 calabacín
- 1/2 cebolla
- Salsa de soja
Lo primero que tenemos que hacer es lavar todos los vegetales y cortarlos en tiras finas. Cuando lo tengamos listo tendremos que añadir un chorrito de aceite en el wok y añadir, en primer lugar, la cebolla y la zanahoria y cuando veamos que están doraditas, añadiremos el resto de las verduras.
Wok de frutas
la vitamina C también podemos consumirla directamente cruda en una ensalada de frutas, incluirla en desayunos de avena, muesli o pudding de chía.
Ingredientes:
- Kiwi
- Fresa
- Naranja
- Berrys
- Mango
- Uvas
Sencillo; lavar, desinfectar, servir y disfrutar.
Hígado encebollado
Si te gusta la carne, también puedes disfrutar de una receta rica en vitamina C y en proteína. Como por ejemplo el hígado encebollado, un plato delicioso y muy nutritivo.
Ingredientes :
- 1 kg de hígado de ternera
- 3 cebollas
- Harina
- 2 dientes de ajo
- 1 vaso de vino blanco
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Este alcanza para 4 personas y lo primero que debes hacer es filetear el hígado, echarle sal y pimienta y pasarlo por la harina. Después pica la cebolla y el ajo y lo echaremos en el sartén con aceite caliente. Cuando veamos que la cebolla está dorada es cuando tendremos que meter la carne y al mismo tiempo añadiremos el vaso de vino. Guisar un poco y listo.
¡Manos a la obra!