Comienza el invierno y con ello la época de resfriados. Un antibiótico recetado por el doctor es un alivio de los síntomas y se agradece, pero para sobrellevar de una forma menos molesta el resfriado y sobre todo prevenirlo te enlistamos algunos antigripales naturales para consumir durante toda esta época.
- AJO: El ajo es un antibiótico natural que ayuda a reforzar el sistema inmunológico, y aunque sepa muy feo y quizá no sea tú favorito es un excelente antigripal. Aquí te decimos como consumirlo: Pon a hervir una taza de agua con un diente de ajo triturado, exprime medio limón y pon un poco de miel. Es excelente para calmar la tos, despejar los bronquios y descongestionar.
- JENGIBRE: Este sin duda es el mejor, ya que tiene propiedades expectorantes, antitusivas, antiinflamatorias y antibióticas. De igual forma lo puedes consumir en forma de té. Pica el jengibre fresco y ponlo a hervir en un recipiente con agua, agrega un poco de miel y un poco de limón.
- FRUTAS Y VERDURAS: aquí el objetivo es aumentar el consumo de Vitamina C para fortalecer el sistema inmunológico. Y esta vitamina la encontramos en las frutas y verduras. Así que la próxima vez que vayas al súper no pueden faltar en tu carrito frutas como naranja, mandarina y kiwi. Y verduras como pimientos, brócoli, coliflor o espinacas.
- CEBOLLA: este es un remedio tradicional muy usado por las madres desde hace muchos años, pensarás que es una broma pero intenta hacerlo, en realidad funciona. Parte una cebolla por la mitad, añádele un poco de azúcar y colócala en la cabecera de tu cama. Emite unos vapores que ayudan a reducir la tos, hidrata las mucosas y permite respirar mejor.
- MIEL: La mejor alternativa al azúcar tiene muchos beneficios. También mejora la absorción de sus principios activos y resulta muy útil por sí misma en el tratamiento de catarros e infecciones respiratorias.
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Ahora bien, aunque sean muy leves, los resfriados pueden hacer que te sientas mal y andes sin energía todo el día, así que lo mejor que puedes hacer es cuidarte. Descansa lo suficiente, bebe líquidos y abrígate contra los fuertes vientos y humedad. Adicional a esto recuerda siempre lavarte las manos con frecuencia, eso evitará que te lleves bacterias a la boca.