Un estudio publicado en la revista de investigación Science, explicó que los perros aprenden a distinguir entre rostros humanos felices y enfadados. Así que es un hecho que tu mejor amigo puede entender lo que dices y cómo te sientes.
El estudio sugiere que el cerebro de los perros funciona de la misma manera que el de los humanos para distinguir las palabras y la entonación.
¿Pero cómo llegaron a esta conclusión?
Para esto el grupo de investigación de Etología Comparada MTA-ELTE de la Eötvös Loránd University en Budapest (Hungría), entrenaron 13 perros que se mantuvieron inmóviles para realizarles una resonancia magnética cerebral.
Los científicos pudieron así medir la actividad cerebral de cada perro al escuchar las palabras de su entrenador. Se percataron de que los perros prefieren usar su hemisferio izquierdo para procesar las palabras y son los elogios los que activan el sistema de recompensa del perro.
En conclusión, al mejor amigo del hombre le preocupa lo que decimos y cómo lo decimos, sobre todo cuando les felicitamos.