La música como bien sabemos, posee la capacidad de repercutir e influenciar nuestro estado de ánimo e incluso puede provocar voluntades que impulsan a las personas a tomar ciertas actitudes. Por lo que a través de los años se ha experimentado no solo en personas, sino en plantas, llegando a sorprendentes conclusiones que revelan que la música influye en el desarrollo de otros seres vivos, pero… ¿se puede decir lo mismo con los alimentos?
Científicos de la Universidad de Artes de Bern y un productor de queso suizo se dieron a la tarea de responder esta interrogante. Se colocaron 4 quesos, de los cuales 3 fueron separados y expuestos a música de tonos altos, medios y bajos, mientras que al cuarto queso se le colocó en silencio.
Los resultados fueron sorprendentes, pues se pudo observar y probar que después de medio año el queso que se mantuvo en un lugar sin música, tenía un sabor ligero, mientras que de los otros tres, el queso que resultó ser expuesto a música hip hop había obtenido un sabor más penetrante, que de hecho caracteriza a un buen queso. El resultado fue muy interesante, pues ni la música clásica o la música rock pudieron lograr lo que el género hip hop en el queso.