LOS RIESGOS A LOS QUE UN NIÑO SE EXPONE CUANDO DUERME CON EL CELULAR
Es innegable que la tecnología y su uso ofrece un gran abanico de ventajas a la sociedad, pero también tiene su parte «menos buena». «No hay que olvidar los potenciales problemas que puede tener por su alto consumo. El exceso, como en casi todo, es preocupante», afirma Ramsés Gallego, experto en seguridad de Norton by Symantec.
En ese riesgo de «abuso», destaca una acción que cada vez es más común: dormir con el móvil al lado. «Desde el punto de vista cultural, puede tratarse como una forma de extender los momentos de recreo y tiempo libre del colegio. Es decir, un elemento más de diversión, pero que puede tener también implicaciones fatales», insiste Gallego.
Antes, los niños jugaban en el recreo, en el patio, se entretenían con juegos físicos, llegando a crearse un entorno de unión a nivel social; ahora, «prefieren pasar más tiempo en el "entorno virtual"», continúa este especialista.
«Uno de los peligros a los que exponen por el uso del móvil es a la adicción, a la pérdida de ese contacto social. Siguen habiendo relaciones, pero no de forma física; es todo remoto».
Afecta al sueño
La mejor medida para que el telefóno móvil no afecte al sueño de los niños, ni de los adultos, es que esté lo más alejado posible de la cama. «La presencia física del dispositivo altera claramente el sueño», subraya Gallego.
«Lo esencial a tener en cuenta es el tiempo de pantalla, el intervalo que los pequeños le dedican a estar delante de un móvil». En ese punto, este experto habla de dos cuestiones. Por un lado, cómo afecta el brillo que emiten las pantallas, que puede llegar a alterar el sueño y la salud mental. Puede llegar a alterar las pupulas y el propio ojo, en general.
Por otro lado, el propio contenido que genera el móvil. «La excitación que supone jugar o chatear mientras se está en la cama, son actividades que no dirigen a la relajación, todo lo contrario», comenta Gallego.
especialmente en las redes sociales.
